Yo, Señor, soy de México Distrito Federal (¡hey, hey!) por nacimiento (de lo cual no tengo la menor culpa); del Estado de México por falacia personal, de Toluca por la sexualidad que brotaba como mandato de ¿quién sabe quién? carajos. De
Pero de aquí, Señor, de Cabo San Lucas, soy, por la suma de todas las razones anteriores y venideras, agregando también el hecho de que me he vuelto un vuelco.
Canto I
Mi ciudad está construida sobre tierra
como todas las ciudades del mundo
está rodeada de mar
y glamour
y pobreza
las montañas desérticas
Hace tanto tiempo que conozco este lugar
que ya es tan mío como de cualquiera me siento
por fin de un espacio que me asimila en su paisaje
Al cabo canto Al cabo que me ofreció el amor y el dolor al caminar sus calles
Al cabo que me seguía para ajustar cuentas de barrios llenos de odio
Al cabo canto para no morir de una sobredosis de pasiones
Volvía de la ciudad y me sentía libre En casa
Con su olor a cerveza euforia y mentalidades
Cortas pero en casa
Te odié con todas las fuerzas de un joven utópico
e inconforme por no darme nada de lo que deseara
Y me refugié en la música y unas cuantas hojas que escribía
para vengarme inconscientemente por la estúpida agonía que
me provocaba el insomnio de tus n o c h e s l a r g a s
sin siquiera masturbarme
Al cabo canto Al cabo que recibe familias
miles
para calmarles su pobreza
Al cabo que día a día vende nuestras playas
Y nos aísla
con muros y monstruos de concreto
de buen gusto.
Al cabo que amo y siento tan mío
como cualquier ciudadano errante
que recibe pan y se siente en CaSa.
Al cabo canto.
P R E S E N T A C I Ó N O F I C I A L ENE-FEB 2008
1 comentario:
Acabo de publicar un poema tuyo en revistafatum.blogspot.com
Ojalá hayas comprado el periódico del domingo pasado, ahí el suplemento literario se ve más bonito. La hoja sabe más que el formato electrónico, sin duda.
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